*Rigoberto Chinchilla
El mito de Santa Claus es una mezcla interesante de diferentes personajes reales y mitológicos. San Nicolás (Todavía No Santa Claus) fue un gran hombre y obispo de la Iglesia en Turquía que se distinguía por dar regalos a los niños pobres, en especial a niñas para tratar de evitar que se prostituyeran, (no solo a fin de año) un hombre piadoso y con buenas intenciones. En el siglo 18, Se nombró el 6 de diciembre como el día de San Nicolás y en particular se le recordaba dando regalos a los niños pobres. Hasta allí la historia va muy bien y por supuesto esto no tiene nada de malo y es de aplaudir.
Con el fin de motivar a los niños a pensar en Jesús el Cristo más que en San Nicolás, la Iglesia movió el día de los regalos ya sea al 24 o 25 de diciembre (Buena intención que tendría no tan buenas consecuencias en la época actual) hasta allí la historia va más o menos bien. Sin embargo paralelamente la Iglesia católica en la épocas medioevales llegó a Alemania donde existía el famoso dios ODIN y la estrategia de la iglesia siempre fue tratar de hacer desparecer las tradiciones y mitos de los paganos revolviéndolos o absorbiéndolos de alguna manera a la tradición cristiana. La tradición pagana germana atribuía al dios ODIN (con una larga barba blanca) hacer una procesión en los cielos de fantasmas que el dirigía. De ahí salió la figura de un hombre robusto barbudo al frente de una procesión que volaba en la precisa época donde la cristiandad metía a la fuerza la celebración del nacimiento de Cristo.
Casi paralelamente en HOLANDA la iglesia usaba las misma estrategias y se introdujo a San Nicolás como el “Santo Bueno”. No era de extrañar que la vestimenta de este santo con barba blanca fuera una sotana Roja al mejor estilo de los obispos católicos. Con el fin de introducir el concepto del bien y el mal se les dijo a los niños que en San Nicolás sabía de antemano que niño se portaba bien o mal con la tradición de que San Nicolás cabalgaba en un caballo blanco repartiendo regalos a los bien portados. También en Holanda se cambió la fecha de diciembre 6 a diciembre 24 o 25. La tradición creció y con el fin de repartirles a muchos niños pobres. A San Nicolás se le unieron muchos ayudantes que al principio eran simples voluntarios de la iglesia. Originalmente. los regalos eran muy prácticos (comida, vestido, zapatos etc.) pues eran para niños pobres luego se incluyeron dulces y otros confetis de la época.
Alrededor de 1840 en Dinamarca, en representación de un dios local llamado NISSE (copiando a los germanos) se comenzó a dar regalos en navidad. El “Hombre bueno de Dinamarca” era de pequeña estatura, sombrero rojo y traje gris (Noruega y Finlandia siguieron la tradición). La apariencia física del San Nicolás (mezclado con tradiciones locales y NISSE) era variable a veces seria, a veces gordo, a veces con barbas más largas que otros. En fin, cada región tenía su propia concepción aunque con el mismo objetivo: repartir regalos a los niños pobres. Por supuesto que los niños pudientes no se podían quedar atrás y eventualmente los padres que podían comprar regalos suntuosos empezaron a “invitar a San Nicolás” a sus casas para demostrarles a sus hijos que ellos también se habían portado muy bien.
Inglaterra en particular tenía la imagen de un hombre gordo, blanco, barbudo, vestido de Rojo que se ilustraba como “el papá de la navidad” y que con la ayuda de la imprenta y el libro escrito, tanto Chales Dickens como John Leech, lo dibujaron más o menos como el moderno “Santa”. La tradición vino con los peregrinos que vinieron a colonizar lo que hoy es Norteamérica. Con los venados como fauna natural se crearon libros y poemas famosos a “Santa”. Poemas que lo describen como un obeso, vestido de rojo que sale con venados (ya no con caballo) que va en un trineo repartiendo juguetes.
A Thomas Nast se le atribuye, no solo el primer dibujo de Santa Claus versión USA, sino la ocurrencia de que vivía en el polo norte. Y de ahí todo se degeneró y cada autor de libros navideños se inventaba otra cosa como la esposa de Santa, chimeneas, renos que volaban, enanos que le ayudaban y bueno todo un aborto del original San Nicolás. ¡Un perfecto catalizador para el interés del comercio! Ni lerdos ni perezosos el comercio tomó la idea y la traslado a sendas campañas ya no solo para regalar a niños (pobres y ricos) sino que a grandes también. “¡Nadie se puede quedar sin Santa!” ¡Claro vender más¡
El Santa Claus moderno es el producto perfecto (y nefasto) del consumismo: Crea esperanzas falsas y engaño a nuestros hijos y lo más nefasto es que ha hecho olvidar a millones el significado del nacimiento de Cristo. La idea original de introducir a Cristo el Salvador y conmemorar su nacimiento se deformó por completo y ahora, “Santa” es más reconocido y esperado por los niños que el mismo Jesucristo. La estrategia original de introducir a JESUCRISTO EN LA MENTE de los niños al cambiar la fecha, le salió por la culata a la iglesia tres siglos después. Pensándolo bien, estoy seguro que mejor hubieran dejado el 6 de Diciembre como el original, y de esa manera el fin de año se hubiera centrado en Cristo. Ya de por sí, el 24 de Dic. NO ES el nacimiento de Cristo. Los expertos bíblicos reconocen que aunque la fecha exacta del nacimiento de Cristo no se conoce, esta tuvo que ser entre MARZO y JULIO y de hecho se movió a Diciembre para combatir otra fiesta pagana muy popular que se celebraba al final del año.
En lo particular como niño me molesto mucho descubrir el gran engaño de Santa Claus. ¿Qué tan difícil es decirles a los niños por ejemplo que los regalos son una bendición de Dios? ¿Qué tan difícil es decirles a los niños que Jesucristo nació en Belén y los regalos son para conmemorar el carácter Cristo que llevan en ellos como niños? Y si usted no es creyente ¿Qué tan difícil es decirles que les regalan como un reconocimiento a otro año más y al amor que usted les tiene a ellos? Sin necesidad de engañarlos y meterlos en la vorágine consumista y de mentiras de “Santa”. La dificultad viene de la presión de grupo y no se puede esconder todo lo que escuchan y ven, pero bien podríamos introducir a Santa Claus como un cuento de ficción que le gusta a la gente jugar en navidad, es decir como un juego divertido de muchos y hasta lo podemos jugar de vez en cuando como ficción y cuento.
A un niño le atraerá más la idea de un gordo risueño que le regala tangibles, que el mensaje de Jesús, pues no pueden conceptualizar este mensaje propiamente. Al final en términos prácticos hemos sustituido a Cristo por SANTA, personaje nefasto que se centra en el consumismo y que además crea sentimientos encontrados en millones de niños que no tienen acceso ni a comida en navidad. Por supuesto no se trata de vivir amargados por esto, de hecho “Santa” me cae simpático y me saca generalmente una sonrisa, pero hay que enfocarlo, no olvidando el original propósito de San Nicolás: ¡Ayudar al necesitado! Si queremos conmemorar a San Nicolás regalemos algo a los niños pobres y estoy seguro que San Nicolás hubiera preferido en lugar de regalarles algo, cambiar la condición de ellos permanentemente tal como lo predica el mensaje de Cristo.
Fuente de los primeros párrafos http://en.wikipedia.org/wiki/Santa_Claus
*Profesor Asociado Universidad de Illinois
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