La República Nunca Está Tan Segura Como Cuando el Congreso Está de Vacaciones

Netorivas

No lo digo yo, lo dijo el gran humorista estadounidense y el mayor crítico del Congreso de su país, Mark Twain (1835-1910). Pero la frase, que tiene gran sentido de humor y mucha verdad, es también aplicable en nuestro país, que está más seguro, cuando los diputados se van de vacaciones.

Los congresos en el mundo entero son objeto de severa crítica de los ciudadanos, pero a nosotros solo nos interesa el nuestro, aunque, al igual que sus contrapartes en muchos países, tenemos una opinión muy pobre de su desempeño.

Sí, hoy durante el receso de fin de año, nos sentimos más seguros porque el país y los ciudadanos no corremos peligro de que los diputados de nuestra asamblea aprueben leyes, creen comisiones o despilfarren dinero de los contribuyentes para beneficio propio.

Sin lugar a ninguna duda, hay diputados que hacen su trabajo como debe ser. Lamentablemente están en la minoría, como es fácilmente comprobable al echar un vistazo alrededor de los curules que los otros ocupan.

Todo eso tendría remedio, pero, lamentablemente, los diputados no dependen de quienes los eligen, dependen del partido al que pertenecen. Algo se logró cuando, a pesar de fuerte oposición del FMLN, se aprobó el voto por cara. Pero falta más; falta que los ciudadanos podamos votar por listas abiertas y por diputados en distritos. Esa es la única manera que los legisladores pueden responderle a quien los elige. Un gobierno del pueblo y para el pueblo.

Lo que los ciudadanos más repudiamos de nuestra asamblea legislativa, o más bien de un pequeño pero poderoso grupo de diputados, es su constante esfuerzo para desmantelar la institución más respetada y confiable en el país, la Sala de lo Constitucional.

Cuesta comprender cómo ese esfuerzo concentrado dirigido contra los 4 magistrados de la Sala, que por primera vez en la historia del país, son independientes, honestos y estrictamente apegados a la letra de la Constitución, busca su destitución, para elegir a otros que, como siempre, respondan a la voluntad de los poderes políticos fácticos.

Habrá una nueva elección de diputados en 2015. Esperamos que la crítica y los eventos del período actual, influyan de manera positiva en los partidos y que podamos tener legisladores dedicados al bienestar del país y dependientes de quienes los elegimos.