Juan Benítez
Conversaciones con Netorivas da la bienvenida al Lic. Juan Benítez, abogado y economista salvadoreño, quien ha aceptado nuestra invitación a colaborar con el blog, enviándonos periódicamente su análisis sobre temas de interés nacional.
El principio de transparencia implica que el actuar de la Administración Pública se deje ver como a través de un cristal, a la vista de todos, sin velos ni secretos, mostrándose tal cual.
Los gobiernos financian algunas de sus obras con donaciones provenientes de la cooperación externa, siendo lógico que las mismas se hagan públicas, motivo por el cual muchas de estas donaciones incluyen un componente de publicidad para las obras a realizar.
Es por eso extraño que fondos provenientes de la cooperación internacional con destino establecido no sean hechos públicos una vez formalizada su ejecución; incluso cuando los fondos ya fueron recibidos y en ausencia de tiempo suficiente para su ejecución por la inminente terminación de un periodo presidencial, es común que se anuncien como gestión del gobierno de turno a ser ejecutada por el próximo gobernante.
Recientemente y luego de casi 10 años se supo que el ex presidente Francisco Flores recibió $10 millones de parte del gobierno del gobierno de Taiwán y cuyo destino era el Instituto Libertad y Progreso; las obras realizadas con esos fondos nunca fueron puestas de conocimiento público por el gobierno de Flores, su partido se vio imposibilitado de sacar rédito político de la gestión de este donativo, comprobándose posteriormente que los fondos no ingresaron a la institución a la que venían dirigidos.
También se sospecho que dichos fondos podrían haber sido desviados hacia su partido político, pero el presidente de dicho instituto político durante la época, señor José Antonio Salaverría ha declarado que eso nunca sucedió y los actuales dirigentes no lo han desmentido.
Es evidente que la donación de $10 millones no puede ser explicada fácilmente por Francisco Flores, pero en un país polarizado como el nuestro, que un ex presidente con su prestigio, enfrente la opinión pública por el destino de esos fondos, marcaria un precedente importante, casi un imperativo, de cara al próximo evento electoral, para que sus contrapartes en esta disputa; tanto el presidente Mauricio Funes como el ex presidente Antonio Saca, esclarezcan las dudas que sobre ellos se ciernen.
No olvidemos que intercambiando acusaciones entre fuerzas políticas solo se le demuestra al electorado lo mucho que estas se parecen y el hecho que tienen procederes similares, la única forma en la que un instituto político y sus miembros puedan distanciarse de la corrupción es marcando diferencias cuando estas cuentan y en este momento una de las fuerzas políticas del país tiene la oportunidad de dejar claro si condena la corrupción de forma clara o si solo lo hace a conveniencia; en caso contrario el prestigio e imagen del ex presidente Flores se vería perennemente afectado y de paso afectaría el prestigio e imagen de su partido y el de su candidato presidencial, pues un instituto político y un candidato presidencial sin la fuerza de exigir a su presidente honorario una aclaración pública sobre un tema tan cuestionado, carecen de la fuerza y solvencia moral para exigirle a su futura administración y a presidentes o ex presidentes de otras fuerzas políticas que hagan lo mismo.
La sobre exposición que el presidente Funes ha hecho de este tema, ha dejado en bandeja de plata la victoria a su contraparte electoral, si tan solo estos últimos desvirtúan sin ambigüedades todas y cada una de las dudas que sobre este donativo se han generado.
Por principios y transparencia no debemos avalar el silencio de Francisco Flores, ya previamente quedo en el olvido el donativo de 10,000 sacos de fertilizantes a su administración por parte del gobierno de Japón y que concluyeron en manos de la empresa UNIFERSA; no perdamos de vista que en Costa Rica también hay señalamientos sobre supuestos pagos del gobierno de Taiwán al ex presidente Miguel Ángel Rodríguez Echeverría, por cerca de dos millones de dólares y que Chen Shui-Bian presidente de la Republica de China en la época del donativo a Francisco Flores, fue condenado hace un par de años en su país a prisión de por vida y luego a pena reducida de 20 años, por los delitos de lavado de dinero, desvío de fondos públicos, corrupción, malversación de fondos públicos y sobornos.-
La foto de EDH, que hemos agregado nosotros, muestra, al entonces presidente de El Salvador, Francisco Flores, recibiendo al entonces presidente de Taiwán, Chen Shui-bian, que hoy guarda prisión perpetua por corrupción, cuando visitó el país en mayo de 2001.
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