Netorivas
Vi ayer la entrevista de Oscar Ortiz en Frente a Frente de Moisés Urbina, en TCS y, Oscar, como siempre elocuente y convencido de que lo que está haciendo es lo que más conviene al país.
Interesante, sin embargo, que Oscar está colocado en medio de un partido que tiene como objetivo deshacerse de la Sala de lo Constitucional, o más bien, de los cuatro magníficos magistrados que la integran. Pero, a pesar de ello, Ortiz asumió las sentencias de la Sala como logros del gobierno, así como ustedes lo leen. Y citó los más importantes, terminando con la destitución del expresidente de la CSJ.
En realidad, Oscar quiso resaltar que las sentencias de la Sala Constitucional habían sido acatadas. Pero lo que no dijo es que habían sido acatadas como quien es forzado a tragarse una cucharada grande de aceite de castor (purgante que de niños nuestros padres nos hacían tomar y de sabor horrible).
Lo que no dijo Oscar es que uno de los peores enemigos de los 4 magistrados es el diputado presidente Sigfrido Reyes, que cada vez que abre la boca para referirse a la Sala, exhibe su odio y resentimiento, seguramente por la vergüenza que tuvo que pasar por el absurdo recurso que presento a la Corte Centroamericana de Justicia, que le reventó en la cara.
Y así como Reyes, hay otros altos dirigentes del Frente y de otros partidos políticos, que en vez de reconocer como lo hace Ortiz los méritos de las sentencias de la Sala Constitucional, lo que ellos ansían es la destitución de los 4 magistrados.
Eso nunca lo verán sus ojos.
Gracias, Oscar Ortiz, por reconocer que la democracia en El Salvador se ha fortalecido gracias a las sentencias de la Sala Constitucional y al valor e incorruptibilidad de sus miembros.
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