De la que Se Salvó Honduras

Netorivas

El domingo por la tarde, apenas se había contado un par de millar de votos, cuando Xiomara Castro de Zelaya, candidata presidencial del partido de izquierda Libertad y Refundación, se declaró vencedora. “Soy presidenta de Honduras” gritó la ex primera dama.

Ella ya sabía lo que se le venía encima, pues como dijo en su perorata ya su partido tenía copia de las actas de las mesas electorales y sabía que no tenía posibilidad alguna de ganar la elección presidencial.

Su partido había repetido durante la campaña política que Xiomara ganaría las elecciones y que sólo podría sufrir una derrota a través del fraude.

Entonces lo que doña Xiomara hizo al proclamarse ganadora es preparar el terreno para reclamar que las elecciones fueron fraudulentas. Y no tardó. El lunes, su esposo el expresidente Mel Zelaya denunció "robo de elecciones". Sin importarle que su amigo que lo acogió después del golpe de estado en junio de 2009, Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, había llamado al presidente electo Juan O Hernández para felicitarlo.

Era claro, porque así lo dijeron ella y su esposo, que de ganar las elecciones, doña Xiomara convocaría de inmediato a una asamblea constituyente para recoger los pedazos de aquella “sexta urna” que causó el golpe de Estado contra su esposo, que quería reformar la constitución para perpetuarse en el poder.

De haber logrado su propósito la candidata Zelaya, hubiera llevado a Honduras a una situación como la de junio de 2009, sin que nadie pudiese predecir los resultados.

“Proponemos que si en este momento no convocaron a la Constituyente como debió haber sido, si no lo hicieron nosotros sí lo vamos hacer y el día de la toma de posesión vamos a convocar a la Asamblea Nacional Constituyente, para iniciar con los pasos firmes que debemos dar en este país”, dijo Castro de Zelaya.

El Plan de Gobierno del partido Libertad y Fundación también asegura que la Asamblea Nacional Constituyente redefiniría “la estructura del Estado, los ejes del poder político y económico y el marco jurídico e institucional que transforme las relaciones garantizando un desarrollo sustentable”.

Su primer grito será a favor de la Constituyente, para refundar este país decían sus correligionarios refiriéndose a doña Xiomara, pero sabiendo que quien estaría detrás del trono sería, sin duda alguna, su esposo el presidente derrocado, Mel Zelaya.

Por la tarde de ayer, las cifras oficiales mostraban al candidato del partido Nacional, Juan Orlando Hernández con 631,079 Votos, el 34.19% y a Xiomara Castro con 532,198 Votos, el 28.83%, una diferencia de 5.36% a favor de Hernández.