Dos ex presidentes centroamericanos, Miguel Ángel Rodríguez, de Costa Rica, (arriba a la derecha) y Alfonso Portillo (arriba a la izquierda), de Guatemala, están presos por corruptos. Antes, otro presidente tico, Rafael Ángel Calderón, también de Costa Rica, (abajo izquierda), había seguido la misma suerte.
¿Qué tienen Costa Rica y Guatemala que nosotros no tenemos? La respuesta es: presidentes presos. Y no nos digan que aquí no ha habido presidentes corruptos.
En Nicaragua, el expresidente Arnoldo Alemán estuvo preso por corrupción, en gran escala, pero fue puesto en libertad después de haber firmado un pacto político con el gobierno de Ortega.
Miguel Ángel Rodríguez (1998-2002) fue condenado a cinco años de prisión por el delito de corrupción agravada en una licitación de telefonía celular adjudicada a la firma francesa Alcatel en 2001, durante su mandato.
Por su parte, Rafael Ángel Calderón (1990-1994) fue sentenciado en 2009 a cinco años de cárcel por el reparto de comisiones de un contrato para la compra de equipo médico para la estatal Caja Costarricense del Seguro Social.
Alfonso Portillo, quien gobernó Guatemala entre 2000 y 2004, junto a sus ex ministros de Defensa Eduardo Arévalo, y de Finanzas Manuel Maza, fueron acusados por la Fiscalía chapina de los delitos de peculado (robo de bienes públicos), por el desvió de unos $15 millones del presupuestos del Ministerio de la Defensa. También se le acusa de malversación de $1.5 millones donados por el Gobierno de Taiwán.
Portillo fue extraditado desde México, juzgado y condenado, gracias a una persistente investigación de la CICIG y después fue extraditado a Estados Unidos, donde era requerido por lavado de $70 millones. Allá guarda prisión esperando el juicio.
En El Salvador, ahora aparece una acusación hecha por el Presidente Funes, contra el expresidente Francisco Flores, por haberse apropiado de una donación de Taiwán por $10 millones, cuyo destino final no ha sido explicado por Flores.
En nuestro artículo ¿Dónde Están los $10 Millones de Taiwán? publicado el 21 de noviembre, nosotros dijimos:
El expresidente Flores calificó las declaraciones de Funes como una “locura” a lo que el presidente reaccionó diciendo que Flores le va a dar importancia a la denuncia cuando se inicie un proceso penal en su contra, “que es lo que espero que la Fiscalía haga en la medida en que avancen las investigaciones”.
Pero, el Fiscal General, Luis Martínez introdujo la semana pasada serias dudas sobre las declaraciones del Presidente Funes que hacen ver las declaraciones del presidente como un esfuerzo político para perjudicar no solo a Flores, sino que también a su partido ARENA.
El Fiscal Martínez, dejó en entredicho al presidente Mauricio Funes y los documentos que presentó en un programa de televisión para acusar a Francisco Flores, del supuesto desvío de 10 millones de dólares donados por el gobierno de Taiwán, cuando puso en duda el viernes que los documentos fueran auténtico. Funes aseguró que eran informes del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. "Ese (documento) no es el que nosotros tenemos", dijo Martínez.
Además, el fiscal le advirtió a Funes del riesgo en el que pone las investigaciones del caso por haber hecho pública una documentación que contiene información confidencial.
Nosotros mantenemos que Francisco Flores debe explicar el destino de esos $10 millones, porque la evidencia existe que el gobierno taiwanés se los entregó a él en cheques librados a su favor.
La responsabilidad del expresidente Flores no se elimina, ni siquiera se reduce por las declaraciones del fiscal y si la fiscalía, más adelante, determina que hubo malversación de fondos que legítimamente pertenecían al Estado, entonces talvez veremos al primer expresidente salvadoreño tras las rejas.
Debemos también recordar que la fiscalía tiene una denuncia formal contra el expresidente Antonio Saca por enriquecimiento ilícito, sobre la cual el Fiscal Martínez aun no se ha pronunciado.
San Salvador, domingo 1 de diciembre, 2013
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