Julio Rivas Gallont
La actitud del fiscal en algunos casos emblemáticos no dejan lugar a dudas de que le unen nexos de amistad con personajes altamente cuestionados por sus actuaciones en diversas etapas, concretamente con Elías Antonio Saca, Francisco Flores Pérez, y David Gutiérrez.
De otra forma ¿Cómo explicarse que tiene en su poder, en el primero de los casos una denuncia de corrupción sumamente bien documentada de parte de un abogado, y tranquilamente la ignora? Y asimismo, que para proteger a este ex presidente tampoco quiera tocar a su exministro de Obras Públicas, contra quien el actual ministro presentó abundante documentación probatoria de la corrupción en el caso de la Diego de Holguín, hoy Monseñor Romero? Y para colmar el asunto ahora rehúsa investigar lo de la donación por un monto de 10 millones de dólares en cheques a título personal del expresidente Flores, de parte de un expresidente de Taiwán, condenado a cadena perpetua en su país por corrupto, de los que no se sabe en donde fueron a parar pero que aquí no llegaron ni por asomo.
Las explicaciones cantinflescas que da a los medios cuando le cuestionan concretamente por algunos de estos temas dan risa. ¿A quién cree que engaña? Demuestra palpablemente su amistad y lealtad con estos personajes a quienes la opinión pública tiene en gran reserva después de conocerse las evidencias tan ampliamente divulgadas. Este mal de que padecemos los salvadoreños de querer burlar la ley con tal de congraciarse con personajes de tan dudosa reputación, y encubrir sus fechorías no llevando a cabo las investigaciones correspondientes, en el caso del Fiscal, y engavetando los casos para que pase el tiempo y con él llegue el olvido, es cosa común entre nosotros. !Lástima grande!
Históricamente han abundado los fiscales pusilánimes que han pasado inadvertidos, sin pena ni gloria, encubriendo todo lo que pudieron. Por ello cuando se nombró al actual fiscal alguna esperanza surgió con sus primeras actuaciones. Sin embargo su reciente actitud lo devela como otro más en la misma línea de encubridores. !Que pena!
Cómo quisiéramos tener un fiscal del talante de cualquiera de los cuatro magníficos miembros de la Sala de lo Constitucional. Sin duda ellos ven con enorme decepción el mediocre desenvolvimiento del Lic. Luis Martínez.
La esperanza es que el cúmulo de evidencias en cada uno de estos casos llegue a ser tan grande, que no le quede otro camino más que abrir los expedientes e iniciar las investigaciones en cada tema, que lo lleven a deducir todas las responsabilidades de estos personajes que tanto daño le han causado a nuestro pobre país. De no hacerlo así, pasará a la historia como un personaje más que se desvivió por tapar las fechorías de sus cheros con tal de mantenerse en la lista de sus predilectos. Allá usted señor Fiscal Martínez. Pero recuerde la sentencia durante su juramentación: “SI NO LO HICIEREIS, QUE LA PATRIA OS LO DEMANDE”.
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