Editorial Brújula Electoral, Elecciones 2014 UCA
La conformación de la fórmula presidencial del Movimiento Unidad, con la integración de Francisco Laínez como compañero de fórmula de Antonio Saca, significa un rotundo no a cualquier aspiración de las mujeres para ver a una de ellas en los más altos puestos de autoridad en el país.
Si bien es cierto que el Partido Salvadoreño Progresista (PSP) ha nominado a una mujer, Adriana Bonilla, como candidata vicepresidencial, también es cierto que este partido no parece tener reales posibilidades para ganar las elecciones. Los que las tienen, a juzgar por todas las encuestas de opinión, son el partido de gobierno (FMLN) y el mayor partido de la oposición (Arena). Intenta colarse entre ellos para disputar la presidencia en una segunda vuelta electoral, el Movimiento Unidad, una coalición integrada por los aliados legislativos del FMLN (GANA, PCN y PDC).
El FMLN se jacta de ser un partido que promueve la participación de la mujer. Muestra de ello sería que en sus estatutos ha definido una cuota del 30% para que las mujeres compitan tanto por puestos de dirección en su interior como por puestos de elección popular (escaños legislativos y en los gobiernos municipales). Sin embargo, en ninguna de las cuatro elecciones presidenciales en las que ha participado este partido, desde 1994, ha promovido a alguna mujer como candidata ni a la Presidencia, ni a la Vice Presidencia. ¡Para el FMLN, la Presidencia ha sido cosa de hombres!
Arena parecía tener un mejor desempeño en este asunto, sin la adopción de medidas de discriminación positiva, pues en 2004 llevó a una mujer hasta la Vice Presidencia de la República. Sin embargo, dio marcha atrás en 2009 y repetirá esa marcha para 2014 al cerrar las puertas a las aspiraciones de varias mujeres areneras para integrar la fórmula presidencial. Los gobiernos de Arena impulsaron el neoliberalismo en la economía salvadoreña pero en política ¡siguen siendo conservadores!
Cuando Saca compitió por la silla presidencial, bajo la bandera de Arena, tenía una mujer (Ana Vilma Albanés de Escobar) como compañera de fórmula y ganaron las elecciones. Una de sus promesas de aquella campaña sostenía que las mujeres ya no estarían solas. Saca quiere ser presidente otra vez, pero hoy compite bajo otra bandera y con un hombre como compañero de fórmula. Pudo hacer la diferencia eligiendo una mujer como candidata a la Vice Presidencia pero no lo hizo así. ¡Saca y Unidad no optaron por las mujeres!
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