El Reino de los Cielos por Oachedoblevé
Oswaldo Henríquez Watson
Las leyes esotéricas establecen: así como es arriba es abajo, el reparto de talentos se distribuye como único y personal; cuando se emplea mal y el narcisismo impregna el talento recibido, el resultado se manifiesta en sus consecuencias nefastas.
Reforma tus errores, y desarrollarás sabiduría, consejo simple pero muy difícil de practicar.
La mentira conlleva también una manifestación de lamentaciones y de justificaciones de todo tipo por su deseo de paliar el sufrimiento.
La verdad sólo se puede hallar en la conciencia objetiva.
“Los tecnócratas de la miseria no pueden comprender que sus disposiciones generalizadoras igualitarias demuestran una y otra vez su proverbial ineficacia”, lo dijo alguien.
La realidad se presenta en forma descarnada cuando uno la observa al visitar Cuba lo afirman los turistas: “Las ciudades destruidas, las industrias obsoletas, las cárceles multiplicadas, los campos sin cultivar, la gente haciendo largas colas o colgada de un ómnibus repleto, jóvenes prostitutas (“jineteras), persiguiendo turistas, policías persiguiendo jóvenes y el mar salpicado de balsas atestadas de cubanos que escapan.”
Despues de cincuenta y cuatro años ¿Dónde está el hombre comunista nuevo, libre y pleno, dueño de su destino? ¿Por qué no podemos gritar Patria o vida, socialismo o vida? Se preguntan los cubanos, ¿Por qué tenemos que estar permanentemente en vigilia de guerra en lugar de abrazarnos con los que nos mandan remesas? Se dicen entre sí los cubanos, con sentido común y créanme que son muchos.
Reproduzco textualmente lo que escribió Oscar Espinosa Chepe:
“Ni los mejores escritores mágicos y surrealistas latinoamericanos como Asturias, Rulfo, Garro y García Márquez, pueden concebir los disparates de estos Mesías “preclaros” como bien se advierte con Evo Morales. Presidente de Bolivia, que nos aconseja con propiedad científica cuando atribuye la homosexualidad y la calvicie a las consecuencias de comer pollos por las hormonas femeninas con que han sido cargados.
Si aceptamos esas aseveraciones como ciertas, también cae por su propio peso lo que dijo: En diez años Bolivia será más rica que Suiza y que el imperio y los explotadores de los pobres son los causantes de todos los males de la Tierra.
Con la envidia se obedecen principios emocionales desgastados aunque válidos al referirse a la propiedad de los bienes de los ricos, asegurando a los demás que fueron mal habidos y obtenidos en forma fraudulenta y corrupta, lo que no siempre es cierto.
El 95% de las empresas después de veinte años de su inicio fracasaron y sólo el 5% triunfaron, la desproporción de los talentos cae como una guillotina sobre la cabeza de los humanos.
Una vez obtenida la aceptación del pueblo, se propicia algo todavía más perverso, consistente en generar la desunión entre los mismos seguidores manipulados; la fuerza se diluye deliberadamente en pequeñas células y enclaves revolucionarios, que generalmente difieren en tonterías técnicas insignificantes para un observador imparcial.
El próximo peldaño, lo sabemos, emerge de inmediato: comienzan a faltarse el respeto entre ellos mismos, procediéndose la eliminación de los adversarios prominentes y el nuevo sátrapa usurpa el poder. El nuevo patriarca sale al ruedo como el nuevo mesías, su gran logro ha constituido en convencer a los débiles, de sus facultades para salvarlos, las cuales únicamente el elegido posee.
Al conseguir la confianza de aquel rebaño de envidiosos y desconfiados, se convierte en el dueño de la grey y los transforma en dóciles corderitos.
El orden de la nueva nomenclatura vuelve a girar la rueda de la fortuna, y el ciclo se vuelve a repetir eternamente; un grupo de novicios entra a la esclavitud; no ven más que con un ojo, ya sea con el derecho o con el izquierdo.
El líder y sus adoctrinadores no les permiten a los tuertos esclavizados observar el lado opuesto; les “cercenaron” un ojo y no pueden ver el lado contrario, aunque quieran.
Desde hace más de 112 años se entregan los premios Nobel, alcanzando un total de 863 hasta el año 2012. Se han entregado a los judíos 180, o sea el 21 % del total, una quinta parte, confirmando la ley de la parábola de los talentos.
Los judíos no pasan de 15 millones habitando desparramados en 134 países, si los comparamos con los siete mil millones de personas que habitamos la Tierra, la desproporción de los premios es abismal como lo establece la parábola de los Talentos.
Ayn Rand, la filósofa, es muy acertada cuando afirma que a los individuos en la sociedad, no se les debe propiciar la igualdad de oportunidades, sino que proporcionarle el máximo de los medios de acuerdo a su capacidad para su ulterior desarrollo.
Cada individuo tiene sus propias características que lo vuelven único y además cada uno cuenta con las ventajas competitivas de sobrevivencia con las cuales fue concebido por sus progenitores y el medio ambiente en que se desarrollaron.
Atacar a los privilegiados en cada una las especialidades con que nacieron, es desperdiciar sus potenciales.
La observación objetiva de las especialidades del reparto de los bienes y dones, se encuentra fácilmente, cuando examinamos la forma como Suiza, sin mar y elementos naturales que la enriquezcan se convirtió en el país individualmente más rico de la Tierra y otros países como China más vieja, con gran territorio, riquezas naturales y más de 1300 millones de seres humanos, hasta hace menos de treinta años, no se habían dado cuenta de su potencial.
Ayn Rand sostenía un principio fundamental al cual le agrego mis propias acotaciones elementales: La vida es el fundamento de los derechos y la razón de cada individuo, quien debe de elegir cuales valores quiere para su vida y los medios para alcanzarlos.
Nadie tiene derecho a iniciar el uso de la fuerza física contra otro ser humano, sea cual sea el fin que quiera obtener.
Los hechos son los hechos, independientemente de los sentimientos, deseos y temores del hombre.
El intercambio de bienes debe de ser libre sin coacciones ni violencia, recibiendo cada quien el máximo de beneficio en cada una de sus especialidades.
Esta famosa novelista y filósofa libertaria Ayn Rand, expresó esa realidad en términos transparentes: “Existen dos grupos de hombres, los interesados en conquistar la naturaleza y quienes prefieren conquistar a sus semejantes”.
Hay una clara analogía entre las sociedades que acogen irresponsablemente a líderes mesiánicos esquizofrénicos y cuando, por ejemplo, escogen en una forma inaudita para un ser racional y pensante a un militar amante de la violencia, para que maneje los asuntos más importantes en una comunidad.
Estos lunáticos regalan lo que nunca produjeron y condenan a la sociedad consecuentemente a no tener ni siquiera papel higiénico en pleno siglo XXI, porque son incapaces de prevenir algo tan simple.
John Bordley Rawls lo dijo y no hace mucho: “Ciertas maldades están protegidas por su propia enormidad, sobre todo cuando se rebelan contra la injusticia Divina o de la naturaleza, atacando la ley que ha creado la desigualdad de la existencia y del talento humano.
Algunos hombres nacieron con mejor cerebro y para colmo, hicieron mejor uso del mismo que los demás.
La nueva teoría de la justicia dice Rawls exige contrarrestar la injusticia Divina cuando trata de privar a las personas con talento, inteligentes y creativas, al derecho del fruto de su trabajo y conceder obligatoriamente a los incompetentes, los estúpidos, los vagos disfrutar de bienes que no podrían producir, no podrían imaginar y ni siquiera sabrían que hacer con ellos.”
Continuará…
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