Aída Farrar Debe Ser Una Persona Muy Saludable

Netorivas

DEM publicó ayer una breve nota, Sonría y Olvídese del Estrés, la que nos recomienda que sonreír, salir con amigos y realizar ejercicio son actividades indispensables para una buena salud emocional.

La nota de El Mundo me recordó que desde hace días he estado queriendo escribir sobre el tema, personificándolo alrededor de una buena amiga mía, y estoy seguro que de muchos de ustedes, Aída Farrar, del programa radial Pencho y Aída que se transmite todos los días de 6 a 10 de la mañana.

Cuatro horas diarias, durante las que escuchamos la risa constante de Aída que hace del programa un rato en el que muchos nos deleitamos, por el buen humor de Aída y Pencho, pero, en mi caso personal, porque me encanta oír la contagiosa risa de Aída.

Conozco a Aída y siempre que la veo admiro su sonrisa y, con gran frecuencia, sus sonoras carcajadas, eco de los chistes que tiene a flor de labio.

Aída tiene que ser una de las personas más saludables de nuestro país, a pesar que ayer no estuvo en el programa porque le dolía una muela. Eso, seguramente, era suficiente impedimento para no reír y de haber estado en el programa, lo hubiera hecho, a pesar del dolor de muela. Por eso, seguramente, no llegó.

Durante años, la veterana y reverenciada (hoy en quiebra) revista Selecciones de Reader’s Digest, nos regalaba con una de sus secciones más populares, “La Risa, Remedio Infalible”. ¿De verdad, la risa es una medicina infalible? Talvez infalible no, pero que sí es bueno reírse no cabe la menor duda. Si no me creen, pregúntenle a Aída Farrar.

Científicos han descubierto que la risa es una forma de trote interno, que ejercita el cuerpo y estimula el desprendimiento de endorfinas; tu corazón palpita más rápido y bombea más oxigeno a la sangre, tu cuerpo se relaja y te sientes contento. Una disposición positiva y la risa son, de verdad, beneficiosas para tu salud.

Y encima de todo, Aída es apasionada del ejercicio físico al que le dedica buenos ratos de sus días.

Los adultos nos reímos, más o menos, 15 veces en un día, mientras que los niños ríen alrededor de 400 veces diarias. Por allí anda Aída, a pesar de que cuando crecemos, perdemos algo en el camino: centenares de risotadas.

Si las hemos perdido (como le ocurre a uno con el paso de los años), aprendamos de nuevo a sonreír y reír, con mayor facilidad y frecuencia, podría tener un efecto profundo y positivo en nuestra salud y bienestar.

Umberto Eco pone en boca del Hermano Guillermo de Baskerville, héroe de su magnífica obra “El Nombre de la Rosa”, la mejor receta para el bien vivir: “Creo que la risa es una buena medicina, como el bañarse, para el tratamiento de las secreciones, y otros males del cuerpo, en especial (la) melancolía”.

Aída Farrar lo sigue al pie de la letra.

“Si ves a alguien sin una sonrisa, regálale una de las tuyas”.