El Presidente Que Pudo Ser y No Fue

La Columna del Domingo

Netorivas

Carlos Malamud, escribió para Infolatam, el periódico digital que reúne a una impresionantes lista de comentaristas: “La excesiva personalización de la presidencia permite explicar porqué en América Latina hay tan pocos presidentes definibles como verdaderos estadistas”.

El Presidente Mauricio Funes encaja perfectamente en esa definición del catedrático español. Durante el último año de su mandato, Funes ha adoptado una postura guerrerista, más apropiada de un activista político que de un estadista, presidente de la República.

El año 2013 vio arrepentidos, a muchos salvadoreños que en 2009 votamos por Funes, retirar nuestro apoyo y la credibilidad que un día le adjudicáramos. Funes, aquel joven periodista, que ofrecía cambios que el país demandaba, se había convertido en un mandatario, sin partido político, que se creyó un ser superior, y actuando con una prepotencia grosera, ocupó su tiempo para criticar a quien se le pusiera enfrente y, principalmente, a los 3 primeros gobiernos de ARENA, bajo su síndrome personal, “ARENA nunca más” que ha convertido en su mantra.

Lejos de criticar al cuarto gobierno de ARENA, Funes reafirmó el pacto que siendo presidente electo hizo con el gobernante saliente, Elías Antonio Saca. Sostuvo el pacto hasta esta fecha y desvergonzadamente Saca ha recibido el apoyo político de Funes, y hay quienes dicen que también el apoyo económico para su campaña.

Sin embargo, el presidente en su mensaje de Año Nuevo, sin mencionar a Saca por su nombre, dijo “El país que heredamos ha cambiado [. . .] en junio de 2009, encontramos un país deprimido, [. . .] se habían perdido 40 mil empleos, la tasa de crecimiento era negativa en 3.5 puntos porcentuales, las remesas habían caído en 400 millones de dólares, y la recaudación fiscal, también se redujo”.

Pero en sus mensajes de crítica a ARENA, Funes se limita a referirse a los tres primeros gobiernos areneros, evitando visiblemente al último que corresponde a su protegido.

En la medida que Elías Antonio Saca se vislumbra en un lejano tercer lugar en las elecciones, Funes dispone lanzar una costosa campaña publicitaria a favor de un nuevo gobierno del FMLN, que agregada a la del propio partido y la de Alba, suman tres fuerzas políticas contra una de ARENA. Todo por el mantra de Funes “ARENA nunca más”.

Lamentablemente, el Tribunal Supremo Electoral, encuentra “normal” que Funes haga campaña a favor del candidato del Frente y ha desestimado las quejas de ARENA.

Nosotros, haciendo uso del derecho que nos asiste como editores del blog, reiteramos nuestro rechazo a un nuevo gobierno del FMLN, por las credenciales marxistas, o cuando menos socialistas que tienen profundas raíces en el candidato presidencial. Pero también confirmamos que en nuestro espacio tendrán cabida todas las opiniones de quienes apoyen o rechacen las nuestras, haciendo uso de la libertad de expresión que ha caracterizado a nuestra publicación, desde su inicio.

Mauricio Funes tipifica el dicho que “aquel que nunca tuvo y llega a tener, loquito se puede volver”. Lo vimos llegar a la presidencia desde una muy modesta casa en Santa Elena y no tan pronto llegó a casa presidencial, que se rodeo de lujos propios y de amigos que se los proporcionaban, al grado que ahora, Funes es una persona acostumbrada al buen vivir que ha extraído de la presidencia.

Como todo funcionario público tendrá que rendir cuentas ante la sección de Probidad de la Corte Suprema de Justicia, de su patrimonio cuando entró y cuando salga de la presidencia. Aunque nadie se hace ilusiones que dará fiel cuenta de su actual fortuna.

La compartamentalización de la sociedad salvadoreña en grupos políticos antagónicos, si bien socava el sentido de comunidad armónica, crea espacios para fortalecer la democracia, siempre que entre esos grupos o partidos esté clara la necesidad de un pacto de nación para hacerle frente a los problemas que tenemos en las manos y los que el futuro presagia. Pero eso no parece estar en la mira del FMLN, ni lo promueve el Presidente Funes.

San Salvador, domingo 5 de enero, 2014